martes, 5 de julio de 2011

5 DE JULIO

de Egle Zambrano, el miércoles, 05 de julio de 2011 a las 0:56
VIVA VENEZUELA MI PATRIA QUERIDA QUIEN LA LIBERTO MI HERMANO FUE SIMON BOLIVAR...... INDIOS, MULATOS, NEGROS, BLANCOS CRIOLLOS, GRANDES PENSADORES, FOLOSOFOS, ILUSTRADOS, LLENOS DE CONOCIMIENTO. LA LUCHA POR LA LIBERTAD CONCRETADA UNA VEZ MAS EN ESTA FECHA QUE LE TOCO A MI PATRIA VENEZUELA Y REIVINDICADA EN TODAS LAS GESTAS INDEPENDENTISTAS EN AMERICA Y EN TODA LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS OPRIMIDOS, POR LA LIBERTAD DE LOS VULNERABLES SOCIALES, POR LA LIBERTAD DE LA JUSTICIA QUE VIVE PRESA EN MANOS DE LOS INESCRUPULOSOS QUE PRETENDEN DOMINAR EL MUNDO HOY Y SIEMPRE A TRAVES DE LA HISTORIA.
DANDOLE AL MUNDO LAS MIGAJAS DE LO QUE QUIEREN GUIANDOLO HACIA LA INMOLACION PARA SUS INTERESES, ESTA LUCHA ES UNA CONSTANTE, EN UN DIA COMIENZA POR NOSOTROS Y LO QUE NOS HAN METIDO COMO PROPIO, LO QUE HOY ES PARTE DE UNA SUPUESTA "CULTURA Y COSTUMBRE" COSA QUE TAMBIEN PASA POR REVISAR. EL RESCATE DE LO QUE NOS QUITARON Y SATANIZARON, NUESTRAS VERDADERAS COSTUMBRES Y NUESTRA CULTURA ORIGINARIA PRODUCTO DE LA MAGICA MEZCLA DE MESTIZAJE QUE PERSE NO PODRIA ETIQUETARSE COMO COSA NEGATIVA O POSITIVA, TENEMOS DE TODO LO QUE NOS CORESPONDE POR CADA MEZCLA LO QUE REPROCHAMOS ES QUE NO, NOS  DEJARON DECIDIR EL CAMINO A RECORRER SINO QUE NOS IMPUSIERON SU CAMINO BAJO COHERSION DE LOS PUEBLOS, COMO HOY SIGUEN HACIENDO LOS IMPERIOS, NADA HAN CAMBIADO.
LO UNICO QUE DISIMULA LA LUCHA DE INDEPENDENCIA DE HACE 200 AÑOS A LA DE HOY SON LAS ARMAS UNAS DE FUEGO COMO LAS DE OTRORA Y LAS OTRAS DE ULTIMA GENERACION, ESAS QUE CREAN Y EN BOBAN, ESAS QUE CASTRAN EL PENSAMIENTO Y EMBELESAN HACIA AL AVISMO Y NI NOS DAMOS CUENTA, ESAS ARMAS TECNOLOGICAS CON SU CENTRO DE OPERACIONES BIEN DISEÑADO Y QUE ES ESTE MEDIO PARTE DE ELLO, LA GLOBALIZACION, QUE NOS ENVULVE CON SUS ARMAS LA TELEVISION, LA PROPAGANDA, LOS MENSAJES SUBLIMINALES QUE NOS AMETRALLANA POR TODOS LADOS Y EN TODO MOMENTO, NOS DICTAN LO QUE DEBEMOS DE HACER, DE PENSAR, DE PLANIFICAR Y SEGUIR AL PIE DE LA LETRA, NOS DICEN QUE ES LO MAS IMPORTANTE, CUAL ES LA PRIORIDAD, QUE ES LA MENTIRA Y QUE ES LA VERDAD, QUE ES LO FEO Y LO BONITO, CUAL ES NUESTRA CULTURA Y CUAL SERA NUESTRO FOLKLOR, QUE NOS IDENTIFICA, CUAL ES LA MEJOR RELIGION Y QUIENES SON SUS SANTOS Y QUIENES NO.
Y CADA DIA NOS ALEJAMOS MAS DE LO QUE SOMOS, DE HACIA DONDE DEBEMOS DE CENTRAR NUESTROS ESFUERZOS Y HASTA DE CUAL ES NUESTRO REAL ENEMIGO, ENEMIGO DE AÑOS, ENEMIGO EN COMUN, ENEMIGO QUE NOS DOMINA Y NOS EMBELEZA, NOS ENGAÑA CON LOS ESPEJOS QUE ENGAÑARON A NUESTROS ANTEPAZADOS, HOY ESPEJOS CON IMAGENES LLAMADOS TV, PC, ETC.
LA LUCHA PORINDEPENDENCIA TENDRA QUE TOMAR NUEVOS MATICES Y AJUSTAR A ESTE RETO TECNOLOGICO, A ESTAS ARMAS DE DOMINACION INPERCEPTIBLE POR LA MAYORIA, QUE YA NO POSEEMOS NI SIQUIERA EL SENTIDO CRITICO.
GANAMOS UNA BATALLA PERO DE LOS HIJOS DE BOLIVAR DEPENDE GANAR LA GUERRA, YA 200 AÑOS HAN PASADO Y LA LUCHA SIGUE....

5 DE JULIO EN VENEZUELA A 200 AÑOS

Lo que comenzó el 19 de abril de 1810 como un movimiento autonomista por parte del Cabildo de Caracas, pero que guardaba fidelidad al rey Fernando VII; en 1811 no sólo superó el ámbito de la Provincia de Caracas al sumarse otras provincias, sino que implicó la ruptura definitiva con el nexo colonial español. Con esta finalidad se instaló en Caracas el 2 de marzo de 1811, el primer Congreso de Venezuela, con la representación de las Provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Mérida, Barcelona y Trujillo. Estas siete provincias que formaban la "Confederación Americana de Venezuela en el Continente Meridional", quedaron simbolizadas en las siete estrellas de la bandera nacional venezolana. Es importante destacar que las provincias de Coro, Maracaibo y Guayana, quedaron excluidas del Congreso por estar dominadas por los españoles.
La instalación del Congreso se llevó a cabo el 2 de marzo de 1811 en la casa del Conde San Javier (hoy esquina de El Conde) en Caracas, con asistencia de la Junta Suprema. Acto seguido se eligió un Presidente provisional del Congreso y pasaron, precedidos por los miembros de la Junta a la catedral deCaracas, donde el arzobispo Narciso Coll y Pratt ofició la misa y después del evangelio los diputados prestaron juramento, bajo estos términos: "¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside en el Congreso General de Venezuela; oponeros a toda dominación que pretendiera ejercer soberanía en estos países, o impedir su absoluta y legítima independencia cuando la Confederación de sus Provincias la juzgue conveniente...?". Dicho juramento expresa tres aspectos que son importante destacar. El primero, es el rechazo por parte de la iglesia a la influencia de la Revolución Francesa en el proceso independentista venezolano (y en toda Hispanoamérica) dado su marcado carácter anticlerical. Segundo, la mención a la forma federativa (Confederación) de la Constitución Política, lo cual formará parte del intenso debate centralismo-federalismo que se llevará a cabo durante el Congreso, y que dominará todo el siglo XIX. Tercero, la declaración de la Independencia absoluta de Venezuela, la cual además había que proteger no sólo de España sino de las demás potencias europeas.
A medida que se fueron desarrollando las sesiones del Congreso, la idea de la Independencia fue ganando adeptos en el seno del mismo. Muchos diputados la apoyaron con apasionados alegatos, otros con argumentos históricos. Entre los diputados que se oponían a la ruptura definitiva con la corona española, se encontraba el sacerdote de La Grita, Manuel Vicente Maya, quien pronto se vio abrumado por los discursos de Fernando Peñalver, Juan Germán Roscio, Francisco de Miranda, Francisco Javier Yanez y muchos más, favorables a la idea de la Independencia absoluta. Mientras tanto, los ánimos de los jóvenes radicales se caldeaban en las reuniones de la Sociedad Patriótica, hasta llegar el momento en que Simón Bolívar lanzó—ante las dudas sobre la Independencia—su famosa pregunta: "¿Trescientos años de calma, no bastan?".
En la mañana del 5 de julio continúo el debate en el Congreso, y a comienzos de la tarde se procede a la votación; hecho el recuento de los votos, el presidente del Congreso Juan Antonio Rodríguez Domínguez, anunció solemnemente a las tres de la tarde, que quedaba proclamada la Independencia absoluta de Venezuela. De acuerdo con los testimonios de la época, luego de la proclamación se vivieron momentos de intensa emoción. Una manifestación espontánea, a la cabeza de la cual figuraba Francisco de Miranda, acompañado por miembros de la Sociedad Patriótica y del pueblo, recorrió las calles de la ciudad, ondeando banderas y gritando consignas acerca de la libertad. En la misma tarde del 5 de julio el Congreso celebró otra sesión, en la que se acordó redactar un documento, cuya elaboración fue encomendada al diputado Juan Germán Roscio y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi. En este documento debían aparecer los motivos y causas que produjeron la Declaración de la Independencia, para que sometido a la revisión del Congreso, sirviese de Acta y pasara al Poder Ejecutivo.
Finalmente, debemos aclarar que el texto antes mencionado, el cual se conoce como el Acta de la Independencia, aunque está fechado en Caracas el 5 de julio de 1811 (porque ese día fue declarada) en realidad fue redactada en la noche del día 5 al 6 o en el transcurso del día 6, aprobado el 7 por el Congreso y presentada el 8 al Poder Ejecutivo. Las circunstancias de la guerra de emancipación, hicieron que se perdiera el manuscrito original del Acta de la Independencia, el que llevaba al pie las firmas autógrafas de 41 diputados y el sello del Congreso. Hasta el presente este documento fundamental para nuestra historia, no ha sido localizado. Sin embargo, el texto auténtico del Acta de la Independencia se conoce perfectamente gracias a su reproducción en El Publicista de Venezuela y la Gaceta de Caracas del 16 de ese mes.

ACTA DE LA DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA

Firma del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela 1
Firma del Acta de la Declaración de
Independencia de Venezuela
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Acta de Independencia
Firmada el 5 de Julio de 1811
En el nombre de Dios Todopoderoso, nosotros, los representantes de las provincias Unidas de Caracas, Cumaná,
Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el
continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que
recobramos justa y legítimamente desde el 19 de Abril de 1810, es consecuencia de la jornada de Bayona y la
ocupación del trono sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados
las fuerzas, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al
universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer
de nuestra soberanía.
No queremos, sin embargo, empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado
de propiedad e independencia; olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el
derecho funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores,
conquistadores y pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y
corriendo un velo sobre los trescientos años de dominación española en América, sólo presentaremos los hechos
auténticos y notorios que han debido desprender y han desprendido de derecho a un mundo de otro, en el trastorno,
desorden y conquista que tiene ya disuelta la nación española.
Este desorden ha aumentado los males de la América, inutilizándole los recursos y reclamaciones, y autorizando la
impunidad de los gobernantes de España para insultar y oprimir esta parte de la nación, dejándola sin el amparo y
garantía de las leyes.
Es contrario al orden, imposible al gobierno de España, y funesto a la América, el que, teniendo ésta un territorio
infinitamente más extenso, y una población incomparablemente más numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo
peninsular del continente europeo.
Las sesiones y abdicaciones de Bayona, las jornadas del Escorial y de Aranjuez, y las órdenes del lugarteniente
Duque de Berg, a la América, debieron poner en uso de los derechos que hasta entonces habían sacrificado los
americanos a la unidad e integridad de la nación española.
Venezuela, antes que nadie, reconoció y conservó generosamente esta integridad para no abandonar la causa de sus
hermanos, mientras tuvo la menor apariencia de salvación.
América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a cargo su suerte y conservación; como España
pudo conocer, o no, los derechos de un Rey que había apreciado más su existencia que la dignidad de la nación que
gobernaba.
Cuántos Borbones concurrieron a las inválidas estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español, contra la
voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles de
ambos mundos, cuando, con su sangre y sus tesoros, los colocaron en el trono a despechos de la Casa de Austria; por
esta conducta quedaron inhábiles e incapaces de gobernar a un pueblo libre, a quien entregaron como un rebaño de
esclavos.
Los intrusos gobiernos que se abrogaron la representación nacional aprovecharon pérfidamente las disposiciones que
la buena fe, la distancia, la opresión y la ignorancia daban a los americanos contra la nueva dinastía que se introdujo
en España por la fuerza; y contra sus mismos principios, sostuvieron entre nosotros la ilusión a favor de Fernando,
Firma del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela 2
para devorarnos y vejarnos impunemente cuando más nos prometía la libertad, la igualdad y la fraternidad, en
discursos pomposos y frases estudiadas, para encubrir el lazo de una representación amañada, inútil y degradante.
Luego que se disolvieron, sustituyeron y destruyeron entre sí las varias formas de gobierno de España, y que la ley
imperiosa de la necesidad dictó a Venezuela el conservarse a sí misma para ventilar y conservar los derechos de su
Rey y ofrecer un asilo a sus hermanos de Europa contra los males que les amenazaban, se desconoció toda su
anterior conducta, se variaron los principios, y se llamó insurreción, perfidia e ingratitud, a lo mismo que sirvió de
norma a los gobiernos de España, porque ya se les cerraba la puerta al monopolio de administración que querían
perpetuar a nombre de un Rey imaginario.
A pesar de nuestras propuestas, de nuestra moderación, de nuestra generosidad, y de la inviolabilidad de nuestros
principios, contra la voluntad de nuestros hermanos de Europa, se nos declara un estado de rebelión, se nos bloquea,
se nos hostiliza, se nos envían agentes a amotinarnos unos contra otros, y se procura desacreditarnos entre las
naciones de Europa implorando su auxilio para oprimirnos.
Sin hacer el menor aprecio de nuestras razones, sin presentarlas al imparcial juicio del mundo, y sin otros jueces que
nuestros enemigos, se nos condena a una dolorosa incomunicación con nuestros hermanos; y para añadir el desprecio
a la calumnia se nos nombra apoderados, contra nuestra expresa voluntad, para que en sus Cortes dispongan
arbitrariamente de nuestros intereses bajo el influjo y la fuerza de nuestros enemigos.
Para sofocar y anonadar los efectos de nuestra representación, cuando se vieron obligados a concedérnosla, nos
sometieron a una tarifa mezquina y diminuta y sujetaron a la voz pasiva de los ayuntamientos, degradados por el
despotismo de los gobernadores, la forma de la elección; lo que era un insulto a nuestra sencillez y buena fe, más
bien que una consideración a nuestra incontestable importancia política.
Sordos siempre a los gritos de nuestra justicia, han procurado los gobiernos de España desacreditar todos nuestros
esfuerzos declarando criminales y sellando con la infamia, el cadalso y la confiscación, todas las tentativas que, en
diversas épocas, han hechos algunos americanos para la felicidad de su país, como fue la que últimamente nos dictó
la propia seguridad, para no ser envueltos en el desorden que presentíamos, y conducidos a la horrorosa suerte que
vamos ya a apartar de nosotros para siempre; con esta atroz política, han logrado hacer a nuestros hermanos
insensibles a nuestras desgracias, armarlos contra nosotros, borrar de ellos las dulces impresiones de la amistad y de
la consanguinidad, y convertir en enemigos una parte de nuestra gran familia.
Cuando nosotros, fieles a nuestras promesas, sacrificábamos nuestra seguridad y dignidad civil por no abandonar los
derechos que generosamente conservamos a Fernando de Borbón, hemos vistos que a las relaciones de las fuerzas
que le ligaban con el Emperador de los franceses ha añadido los vínculos de sangre y amistad, por lo que hasta los
gobiernos de España han declarado ya su resolución de no reconocerle sino condicionalmente.
En esta dolorosa alternativa hemos permanecido tres años en una indecisión y ambigüedad política, tan funesta y
peligrosa, que ella sola bastaría a autorizar la resolución que la fe de nuestras promesas y de los vínculos de la
fraternidad nos habían hecho diferir; hasta que la necesidad nos ha obligado a ir más allá de lo que nos propusimos,
impelidos por la conducta hostil y desnaturalizada de los gobiernos de España, que nos ha relevado del juramento
condicional con que hemos sido llamados a la augusta representación que ejercemos.
Mas nosotros, que nos gloriamos de fundar nuestro proceder en mejores principios, y que no queremos establecer
nuestra felicidad sobre la desgracia de nuestros semejantes, miramos y declaramos como amigos nuestros,
compañeros de nuestra suerte, y partícipes de nuestra felicidad, a los que, unidos con nosotros por los vínculos de la
sangre, la lengua y la religión, han sufrido los mismos males en el anterior orden; siempre que, reconociendo nuestra
absoluta independencia de él y de otra dominación extraña, nos ayuden a sostenerla con su vida, su fortuna y su
opinión, declarándolos y reconociéndolos (como a todas las demás naciones) en guerra enemigos, y en paz amigos,
hermanos y compatriotas.
En atención a todas estas sólidas, públicas e incontestables razones de política, que tanto persuaden la necesidad de
recobrar la dignidad natural, que el orden de los sucesos nos han restituido, en uso de los imprescriptibles derechos
Firma del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela 3
que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llenan los fines para que fueron
instituidos los gobiernos, creemos que no podemos ni debemos conservar los lazos que nos ligaban al gobierno de
España, y que, como todos los pueblos del mundo, estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad
que la nuestra, y tomar entre las potencias de la tierra, el puesto igual que el Ser Supremo y la naturaleza nos asignan
y a que nos llama la sucesión de los acontecimientos humanos y nuestro propio bien y utilidad.
Sin embargo de que conocemos las dificultades que trae consigo y las obligaciones que nos impone el rango que
vamos a ocupar en el orden político del mundo, y la influencia poderosa de las formas y actitudes a que hemos
estado, a nuestro pesar, acostumbrados, también conocemos que la vergonzosa sumisión a ellas, cuando podemos
sacudirlas, sería más ignominiosa para nosotros, y más funesta para nuestra posterioridad, que nuestra larga y penosa
servidumbre, y que es ya de nuestro indispensable deber proveer a nuestra conservación, seguridad y felicidad,
variando esencialmente todas las formas de nuestra anterior constitución.
Por tanto, creyendo con todas estas razones satisfecho el respeto que debemos tener a las opiniones del género
humano y a la dignidad de las demás naciones, en cuyo número vamos entrar, y con cuya comunicación y amistad
contamos, nosotros, los representantes de las Provincias Unidas de Venezuela, poniendo por testigo al Ser Supremo
de la justicia de nuestro proceder y de la rectitud de nuestras intenciones, imploramos sus divinos y celestiales
auxilios, y ratificándole, en el momento en que nacemos a la dignidad, que su providencia nos restituye el deseo de
vivir y morir libres, creyendo y defendiendo la santa, católica y apostólica religión de Jesucristo. Nosotros, pues, a
nombre y con la voluntad y la autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al
mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e
independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o
dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse
la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar
alianzas, arreglar tratados de comercio, límites y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos que hacen y
ejecutan las naciones libres e independientes. Y para hacer válida, firme y subsistente unas provincias a otras,
nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional. Dada en el Palacio Federal y de Caracas,
firmada de nuestra mano, sellada con el gran sello provisional de la Confederación, refrendada por el Secretario del
Congreso, a cinco días del mes de julio del año de mil ochocientos once, el primero de nuestra independencia

martes, 7 de junio de 2011

Fusilamiento de Francisco María Faría



El 8 de junio de 1838 es fusilado en la Plaza de San Sebastián, hoy Plaza Bolívar de Maracaibo, el ilustre prócer de la Independencia Coronel Francisco María Faría. Este suceso conmovió dolorosamente a Venezuela. Faría había nacido en la Villa de Altagracia, Estado Zulia.
Concluida la guerra de independencia, se retiró a su villa natal, donde apoya la Revolución de las Reformas, con el Cabildo de Altagracia a su favor. Fracasada la Reforma, capitula con Montilla a cambio de que se le respeten vida y propiedades. No se respeta el pacto y Faría es expulsado del país, previo secuestro de sus propiedades.
Cuando regresa, dos años más tarde, enfermo y sin recursos, en vez de un anhelado indulto lo que consigue es que lo apresen cerca de Perijá, lo cargan de grillos y lo fusilan. Un día antes de morir, amargado, escribió: «Adiós, Patria querida, esposa amada, hijos que formaban mi delicia, adiós, amigos y parientes, un recuerdo».
Este fusilamiento echa sombras sobre el Gobierno de Carlos Soublette, quien no concedió el indulto. 

miércoles, 1 de junio de 2011

LUISA CACERES DE ARISMENDI

LUISA CACERES DE ARISMENDI

EL 02  DE JUNIO DE 1866. Muere en Caracas la Heroína Luisa Cáceres de Arismendi.
Nace en Caracas el 25 DE SEPTIEMBRE DE 1799. Heroína de la Independencia y símbolo de la fortaleza humana ante la adversidad. Esposa del prócer Juan Bautista Arismendi. Hija de Domingo Cáceres y de Carmen Díaz. Su padre, profesor de Latín le enseñó a temprana edad a leer y escribir, así como los principios éticos y morales que le dieron valor durante los años de su cautiverio y destierro.
1814 fue un año adverso para la naciente República y también para la familia Cáceres; el 6 de marzo las tropas del jefe realista Francisco Rosete asaltaron la guarnición de Ocumare y mataron al padre de Luisa quien se encontraba allí por invitación de su amigo el comandante Juan José Toro. La comandancia Militar de Caracas, al frente de la cual se encontraba Juan Bautista Arismendi, organiza una expedición el día 14 de marzo en auxilio de los patriotas sitiados en Ocumare; entre los soldados de la operación estaba Félix Cáceres, hermano mayor de Luisa. Las tropas de Arismendi son derrotadas y el hermano de Luisa es hecho prisionero y ejecutado el 16 de marzo.
El 7 de julio de 1814, durante la retirada de las fuerzas patriotas de Caracas rumbo a Oriente, como consecuencia del avance de las terribles tropas comandadas por José Tomás Boves; la tragedia toca nuevamente de cerca la vida de Luisa Cáceres, ya que, en la travesía mueren cuatro tías suyas, quedando vivos sólo ella y un hermano menor.
Los emigrados pasan por Barcelona y se dirigen a Cumaná donde llegan a finales de agosto, muchos de ellos consiguen pasar a Margarita, lugar donde Arismendi puede garantizarles una mayor seguridad. Durante este tiempo, el coronel Arismendi busca a la familia Cáceres, a quienes había conocido y frecuentado por algún tiempo en Caracas en la navidad de 1813, proporcionándoles por este motivo, vestidos, alojamiento y demás recursos. El 4 de diciembre de 1814 Luisa Cáceres contrae nupcias con Juan Bautista Arismendi.
En septiembre de 1815, las autoridades españolas ordenan la captura de Bautista Arismendi, quien se escapa y oculta con uno de sus hijos en las montañas del cerro Copey; el día 24 de septiembre, Luisa Cáceres quien se encontraba embarazada es tomada como rehén para doblegar a su esposo. Encerrada por un tiempo en la casa de la familia Amnés, es trasladada días después a un calabozo de la fortaleza de Santa Rosa.
Mientras tanto, las acciones militares de Arismendi le permiten hacer prisioneros a varios jefes españoles, entre ellos al comandante Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa; motivo por el cual el jefe realista Joaquín Urreiztieta propone a Arismendi canjear prisioneros por su esposa, tal ofrecimiento es rechazado y el emisario recibe por respuesta: " Diga al jefe español que sin patria no quiero esposa". El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que muere al nacer dadas las condiciones del parto y del calabozo en el cual se hallaba prisionera.
Posteriormente, es trasladada al fortín de Pampatar donde permanece algunos días, antes de ser enviada a la prisión de La Guaira y finalmente al convento de la Inmaculada Concepción en Caracas, donde ingresa como prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo se le mantuvo incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi y por el General José Antonio Páez en Apure, determinan que Luisa sea trasladada a Cádiz, hacia donde es embarcada el 3 de diciembre de 1816.
El barco en el que viajaba es atacado por un buque corsario, el cual se apodera de todo el cargamento y abandona a los pasajeros en la isla de Santa María en los Azores. Imposibilitada de regresar a Venezuela, Luisa llega a Cádiz el 17 de enero de 1817. Es presentada ante el Capitán General de Andalucía, quien protesta por el trato al que fue sometida por las autoridades españolas de América, y le da la categoría de confinada, asignándole además una pensión de 10 reales en vellón diarios. Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar un documento donde debía manifestar su lealtad al rey de España y renegar de la filiación patriota de su marido, a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por libertarla. El 3 de mayo de 1818 llega a Filadelfia, luego de fugarse de Cádiz con la ayuda de Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottem; de allí se dirige a Margarita donde desembarca el 26 de julio de 1818. Finalmente, 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución que le concede absoluta libertad y facultad de fijar su residencia donde desee. Residió en Caracas hasta el día de su muerte. Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional en 1876.

lunes, 30 de mayo de 2011

Pedro Elías Gutiérrez. Padre del Alma Llanera


Nació Pedro Elías Gutiérrez en La Guaira el 14 de marzo de 1870. Fueron sus padres el General Jacinto Gutiérrez y Doña Sofía Ana Hart de Gutiérrez.
El General Gutiérrez, padre del ilustre músico y compositor guaireño, fue un destacado hombre público. Magistrado, político, diplomático, institutor, legislador.
Ahora, refiriéndonos al maestro Pedro Elías Gutiérrez, debemos recordar que siendo aún muy joven, desde niño, mostró su inclinación por el arte musical. Siendo alumno del celebre Colegio Santa María refería su Director, el sabio Agustín Aveledo, que muchas veces encontraba al futuro gran músico y compositor, abstraído, hilvanando melodías que sacaba de las gomitas de los botines, usados entonces. A los 16 años de edad escribió su “Marcha triunfal a María” que desde entonces se interpretó en las iglesias.
En 1889 estrenó en el Teatro Municipal su “Sinfonía” con asistencia del entonces Presidente de la República, Doctor Juan Pablo Rojas Paul, quien felicitó efusivamente al joven músico.
El 21 de octubre de 1893 contrajo matrimonio con la señorita Laura Santos Alfaro, de cuya unión nacieron: Pedro Antonio Gutiérrez Alfaro, distinguido medico, Tito y José Gutiérrez Alfaro y Doña Margarita Gutiérrez de Del Corral, casada con el medico, político y ex-Senador de la República, Doctor Pedro Del Corral. En 1895, muerta su madre, en momentos de intenso dolor, escribió su famosa Misa de Réquiem. Esta Misa fue ejecutada en los funerales que hizo celebrar el Presidente Joaquín Crespo en honor al General Antonio Guzmán Blanco, quien había fallecido en esos días. En 1899 obtiene el premio “Laurel de Oro” en un cert men de la Escuela de Bellas Artes sobre el tema “Ave María”.
Viajó a Quito, ¡invitado por el Presidente de aquel país, General Eloy Alfaro, del cual su esposa era prima hermana. le dejó como recuerdo el vals “Geranio”.
En 1912 fue nombrado Director de la Banda Marcial. E1 19 de septiembre de 1914 se estrenó el joropo Alma Llanera en el Teatro Caracas después destruido por un incendio. Era parte de una zarzuela del mismo nombre, puesta en escena por la Compañía Martínez Rueda. Se trataba de la canción que una muchacha, ataviada con el traje típico venezolano, cantaba en una casa donde se desarrollaba la escena, en un camino real de los llanos de Apure. La letra es de Rafael Bolívar Coronado.
Yo nací en esta ribera
del Arauca vibrador
soy hermana de la espuma
de Ias garzas, de Ias rosas
y del sol y del sol… etc.
Al terminar la canción el público de pie, aplaudió frenéticamente y hubo de ser repetida varias veces. Así nació “Alma Llanera” la canción más popular de nuestro país conocida como el segundo himno nacional o el himno nacional popular de Venezuela.
Fue autor Don Pedro Elías Gutiérrez de una vasta producción musical: aguinaldos, piezas bailables, barcarolas, canciones, caprichos, chotis, contradanzas y cuadrillas, couplets, joropos, melodías, música religiosa, pasillos, pasodobles, tangos criollos, vals y zarzuelas venezolanas.
En la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador escribió: “Visión de Gloria”, “Himno a Bolívar” y “Entierro del Libertador”.
Tocaba el maestro Gutiérrez todos los instrumentos de cuerda, pero lo que mejor tocaba era el contrabajo, hasta el punto de ser considerado como el mejor virtuoso de ese instrumento en la América del Sur.
Como buen guaireño le dedicó una marcha al Santo Cristo de la Salud de La Guaira. También Escribió la zarzuela venezolana “Percance en Macuto” y recordando que nació en el puerto de La Guaira, a orillas del Mar Caribe, escribió las barcarolas: “Rimas del Mar Caribe”, Canción Marina” y “Algas Marinas”. Debemos recordar igualmente que el nombre de “Lamas” dado a un teatro guaireño, se debió a su iniciativa. En la inauguración del teatro se estrenó la marcha “Lamas” escrita especialmente por el maestro Gutiérrez para esa ocasión. Don Pedro Elías Gutiérrez enfermó gravemente a fines de l953.
Su fallecimiento ocurrió en Macuto el 31 de mayo de 1954. Su sepelio fue en Caracas, concurriendo más de 80.000 personas.


TULIO FEBRES CORDERO

Nace en Mérida (Edo. Mérida) el 31.5.1860
Muere en Mérida (Edo. Mérida) el 3.6.1938
Escritor, historiador, profesor universitario y periodista. Realizó un aporte fundamental a la cultura intelectual venezolana, mediante el estudio de la historia de Mérida, de los Andes y de sus áreas de influencia, es decir, el territorio que desde principios del siglo XVII formará el corregimiento de Mérida. Fueron sus padres Foción Febres Cordero y Georgina Troconis y Andrade. Sus primeras enseñanzas las recibió de sus padres y de sus tíos Favio Febres Cordero e Indalecia Almarza, pasando luego a la Escuela de Varones de Mérida. En 1871 ingresa a la Universidad de Los Andes para seguir los cursos de Latinidad y Filosofía, graduándose de bachiller 7 años después. Durante esta etapa aprende varios oficios que luego le serán de gran utilidad en el futuro: zapatería, relojería, tipografía, encuadernación, caligrafía, dibujo y pintura. En la Universidad inicia estudios de derecho, carrera que culmina en 1882, doctorándose 18 años después. Luego de esto comienza su labor como tipógrafo y periodista. En tal sentido, fueron varios los periódicos y revistas que funda, dirige, redacta, o en los que simplemente colabora, como Páginas Sueltas (1882-1883) y El Comercio (1884), ambos junto con José Antonio Parra Picón, El Lápiz (1885-1897), El Centavo (1900), El Billete (1902), el Mosaico (1921-1923), este último con su hijo José Rafael Febres Cordero.
Su actividad en la Universidad de los Andes fue larga y fructífera, especialmente como catedrático de Historia Universal (1892-1924), todo lo cual llevó a ser nombrado vicerrector interino (1912) y rector honorario (1936). En 1883 contrae matrimonio con Teresa Carnevali Briceño, con quien procreará varios hijos. Como topógrafo desarrolló la técnica de la imagotipia (1885), o arte de representar imágenes con tipos de imprenta. También se ocupa de la foliografía (1896), técnica que consiste en la reproducción mediante impresión de las hojas de las plantas. En cuanto a su obra en general, se puede decir que la misma es polifacética por abarcar aspectos propios de la historia, la literatura, la antropología, el derecho, la educación y otras ramas del saber. Por lo tanto, no es raro que su escritura se exprese en distintos géneros: crónica, ensayo, cuento, novela y poesía. Asimismo, su heterogénea producción intelectual se caracteriza por abordar conjuntamente los hechos de la historia formal (conquistas, fundaciones, revoluciones, guerras, etc.) con los de la historia cotidiana (costumbres, creencias, modos de vida, etc.). Fue notable su interés por dar a conocer en un lenguaje sencillo las tradiciones, mitos y leyendas, expresiones que si bien no forman parte de la historia académica, sin embargo, ayudan a entender la psicología de los pueblos, en especial la de la región andina. Durante su existencia, Tulio Febres Cordero fue objeto de numerosas distinciones, como el haber sido admitido en instituciones académicas tanto de Venezuela (miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Venezolana de la Lengua) como del extranjero. En 1978, los herederos de la familia Febres Cordero donaron a la nación la colección de impresos y documentos pacientemente reunidos por el escritor merideño, así como lo dejado por su hijo José Rafael. Hoy estos materiales pueden ser consultados en la Biblioteca Febres Cordero del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, ubicada en Mérida.

domingo, 29 de mayo de 2011

JUANA DE ARCO DE RUAN

“JUANA DE ARCO”
Juana de Arco (6 de enero de 1412  30 de mayo de 1431)1 , también conocida como la Doncella de Orléans, fue una heroína, militar y santa francesa. Su festividad se celebra el día del aniversario de su muerte, como es tradición en la Iglesia Católica, el 30 de mayo.
Nacida en Domrémy, pequeño poblado situado en el departamento de los Vosgos en la región de la Lorena, Francia, ya con 17 años encabezó el ejército real francés. Convenció al rey Carlos VII de que expulsaría a los ingleses de Francia y éste le dio autoridad sobre su ejército en el Sitio de Orleans, la batalla de Patay y otros enfrentamientos en 1429 y 1430. Estas campañas revitalizaron la facción de Carlos VII durante la Guerra de los Cien Años y permitieron la coronación del monarca. Como recompensa, el rey eximió al pueblo natal de Juana de Domrémy del impuesto anual a la corona. Esta ley se mantuvo en vigor hasta hace aproximadamente cien años. Posteriormente fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y el duque Juan de Bedford la quemó viva en Ruán. La mayoría de los datos sobre su vida se basan en las actas de aquel proceso pero, en cierta forma, están desprovistos de crédito pues, según diversos testigos presenciales del juicio, fueron sometidos a multitud de correcciones por orden del obispo Cauchon, así como a la introducción de datos falsos. Entre estos testigos estaba el escribano oficial, designado sólo por Cauchon, quien afirma que en ocasiones había secretarios escondidos detrás de las cortinas de la sala esperando instrucciones para borrar o agregar datos a las actas.
Veinticinco años después de su condena, el Rey Carlos VII instigó a la Iglesia a que revisaran aquel juicio inquisitorial, dictaminando el Papa Nicolás V la inconveniencia de su reapertura en aquellos momentos, debido a los recientes éxitos militares de Francia sobre Inglaterra y a la posibilidad de que los ingleses lo tomaran, en aquellos delicados momentos, como una afrenta por parte de Roma. No obstante la familia de Juana también reunió las pruebas necesarias para la revisión del juicio y se las envió al Papa, pero éste se negó definitivamente a reabrir el proceso. A la muerte de Nicolás V, fue elegido papa el español Calixto III (Alfonso de Borja) el 8 de abril de 1456 y es él quien dispuso que se reabriera el proceso. La inocencia de Juana Domrémy fue reconocida ese mismo año en un proceso donde hubo numerosos testimonios y se declaró herejes a los jueces que la habían condenado. Finalmente, ya en el siglo XX, en 1909 fue beatificada y posteriormente declarada santa en 1920 por el Papa Benedicto XV. Ese mismo año fue declarada como la santa patrona de Francia.
    Lo contradictorio de todo es que después de ser infamemente acusada y sentenciada a muerte en la hoguera  por  los cargos que la iglesia le imputo hoy después de muerta es utilizada por la iglesia que la llevo a la hoguera como su símbolo. Se podría pensar que después que hicieron la mártir les sirvió para redimirse ante el mundo lavándose en la muerte de un ser humano. Esas son las cosas que no son suficientes.
    La verdadera causa del martirio de esta Mujer símbolo feminista del mundo, es el machismo que imperaba dentro de la Iglesia Católica y de la Sociedad en General y se podría considerar como un mal ejemplo en esa época para las mujeres. Su Valor, su entrega, su fortaleza física, su determinación y su gran personalidad fueron los atributos que consideraron una amenaza ante el orden establecido y los que mantenían el Poder. 

sábado, 28 de mayo de 2011

ARAGUANEY "ARBOL NACIONAL" 29 DE MAYO


Con la hermosa frase La primavera de oro de los araguaneyes identificaba Rómulo Gallegos la llegada de la primavera en los llanos y sabanas de Venezuela. Y es que, «en el período de la floración todo el campo, todos los caminos toda la geografía patria parece rendir pleitesía a la belleza de este árbol que luce en el bosque, a lo largo de nuestros caminos, en el interior de nuestras viviendas, como una diadema de oro. Es que el araguaney se hizo emblema del pueblo venezolano».
El 29 de Mayo de 1948 se declara el araguaney Arbol Nacional. El araguaney es un árbol autóctono y su altura oscila entre 6 y 12 metros. Su tronco es recto, cilíndrico y de unos 60 centímetros de diámetro. La floración se presenta durante los meses de febrero a abril, cuando está totalmente desprovisto de hojas. Las semillas están maduras al comenzar las lluvias, lo que permite la germinación en un gran número de semillas.
Por haberse decretado el 29 de Mayo al Araguaney «Arbol Nacional» se tiene este día como el DIA DEL ARBOL aunque existe una resolución del Ministerio de Educación del 19 de Mayo de 1951 en que dispone celebrar la Semana del Arbol, tomando como Día del Arbol el último domingo del mes de Mayo.
Originalmente, la Fiesta del Arbol se celebraba con carácter de obligatoriedad en todas las escuelas del país, el 23 de Mayo, de acuerdo con el decreto de Cipriano Castro, de 10 de abril de 1905. En 1909 se trasladó la fecha al 15 de Mayo. Finalmente, por razones prácticas, se estableció el último domingo del mes de Mayo. 

viernes, 27 de mayo de 2011

JACINTO LARA



Juan Jacinto Lara Meléndez (Carora, 28 de mayo de 1778 - Barquisimeto, 25 de febrero de 1859), fue un militar venezolano que luchó por la independencia de las entonces colonias españolas de América del Sur, desde 1810 en Caracas hasta 1824 enAyacucho.
Jacinto Lara nació el 28 de mayo de 1778 en Carora, ciudad situada en la región centro-occidental del estado que actualmente se llama Lara en su honor. Era hijo de Miguel de Lara, que procedía de la península Ibérica, y de Juana Paula Meléndez, oriunda de Carora
Se dedicó a la agricultura y a la ganadería en los llanos de Barinas, realizando comercio de ganado desde los llanos hacia la ciudad de Caracas, hasta que en 1810, al iniciarse los acontecimientos del 19 de abril se adhiere a los jóvenes revolucionarios de la Sociedad Patriótica de Caracas y pasa se incorpora a las milicias de Araure y Ospino siendo posteriormente nombrado comandante. Al año siguiente entró en combate bajo las órdenes del general Francisco de Miranda en la batalla de Cerro del Morro contra los insurrectos de la ciudad de Valencia, Venezuela; batalla en la que las tropas de Miranda salieron vencedoras. Luchó también en la batalla del sitio de San Carlos, Venezuela.

jueves, 26 de mayo de 2011

“EL ASOMBROSO PASO DE LOS ANDES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR”


El Paso de los Andes fue un movimiento militar de valor estratégico durante la Campaña Libertadora de Nueva Granada (actual Colombia), en el cual el ejército independentista al mando de Simón Bolívar remontó la cordillera de los Andes, específicamente la rama Oriental de los Andes colombianos para liberar a la Nueva Granada del dominio español. Es considerada una de sus acciones militares más destacadas y toda una hazaña para los medios técnicos de la época.[1]
Para entonces el ejercito de Bolívar, en cumplimiento de su itinerario hacia la provincia de Tunja (actual departamento de Boyacá), donde se encontraban el ejército realista al mando de José María Barreiro. En Tame Bolívar tenía tres opciones para marchar sobre la ciudad de Tunja, la primera por la salina de Chita, el camino mas corto y cómodo para la tropa, pero también el mas custodiado por las tropas realistas debido a la amenaza que representaba Santander desde los llanos orientales, la segunda vía era por Labranza grande, para llegar a Sogamoso, donde se hallaba el cuartel realista, y la tercera ruta, por el paramo de Pisba, el camino más inhóspito, pero sin vigilancia española.
Decidió tomar el camino del páramo de Pisba, iniciando el ascenso a la cordillera, el día 22 de junio de 1819. La mayoría de los soldados, procedentes de los llanos de Venezuela y Colombia, no estaban aclimatados y que estaban mal equipados con prendas para el frió, llevaron la peor parte, muriendo algunos en el camino, lo mismo que los caballos del ejército. Parque y provisiones debieron de ser abandonados por falta de animales para acarrearlos. El 5 de julio, arribó la vanguardia a la población de Socha, haciéndolo Bolívar al día siguiente con el grueso del ejército, cumpliendo así la azarosa travesía.

“JUAN GERMAN ROSCIO”

Abogado de papel fundamental en el movimiento de emancipación venezolano, al destacar tanto como ideólogo de dicho proceso, así como también al figurar en la redacción final del Acta de la Independencia. Hijo de José Cristóbal Roscio, oficial retirado y hacendado, nativo de Milán, y de Paula María Nieves, nacida en La Victoria (Edo. Aragua). Los primeros años de Juan Germán transcurrieron en San José de Tiznados, donde su padre poseía varios hatos de ganado. En 1774, se trasladó a Caracas, para iniciar sus estudios superiores bajo la protección de la hija del Conde de San Javier. Durante este período, cursó estudios de Teología, Sagrados Cánones y Derecho Civil. En 1794 obtuvo el título de Doctor en Derecho Canónico, y en 1800 el de Civil. Desde 1796 había hecho la petición a la Real Audiencia, solicitando su inscripción como abogado en aquel distrito judicial, la que le fue concedida; pero el Colegio de Abogados puso trabas para admitirlo en su seno, alegando que en el expediente de limpieza de sangre presentado por Roscio no figuraba el calificativo de "india" que en otros documentos se le daba a su madre y a su abuela materna. Esta circunstancia dio a Roscio la oportunidad de iniciar un proceso en el cual presentó brillantes alegatos que pusieron en evidencia su formación jurídico-ideológica y la orientación filosófica de su pensamiento. El proceso duró hasta 1805, año en que Roscio logró su definitiva incorporación al Colegio de Abogados.
Fue uno de los principales artífices de los sucesos ocurridos en Caracas el 19 de abril de 1810, al incorporarse como "Diputado del Pueblo" al Cabildo que se celebró ese día. Como miembro de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, ocupó la Secretaría de Relaciones Exteriores. Durante este tiempo, Roscio sostuvo una incansable labor propagandística a favor de la emancipación, la cual desarrolló a través de la prensa, correspondencia epistolar y en sus declaraciones y discursos expresados en el Congreso Constituyente instalado el 2 de marzo de 1811, al cual asistió como diputado de la villa de Calabozo. Además fue el principal redactor del Acta de la independencia en julio de 1811. Participó asimismo en la elaboración de la Constitución de Venezuela, sancionada el 21 de diciembre de 1811.
En marzo de 1812, fue electo miembro del Poder Ejecutivo Plural en calidad de suplente. Sin embargo, después del triunfo del realista Domingo Monteverde y la pérdida de la Primera República a mediados del mismo año, Roscio fue remitido preso a España. En 1814, Roscio y algunos compañeros de celda lograron fugarse y buscaron refugio en Gibraltar, resultando que el gobernador inglés de dicho lugar los entregó de nuevo a las autoridades españolas. No obstante, el proceder del funcionario británico, provocó que el Príncipe Regente de Inglaterra intercediera por la libertad de Roscio y los otros presos ante Fernando VII, quien se vio forzado a concedérsela. En 1818 en se encuentra en Angostura, donde participa junto a Bolívar en la reconstitución de la República de Venezuela y la creación subsiguiente de la Gran Colombia. Durante este lapso se desempeñó como Director General de Rentas, Presidente del Congreso de Angostura, Vicepresidente del Departamento de Venezuela y Vicepresidente de Colombia la Grande. Ocupaba este último cargo cuando murió, en vísperas de celebrarse el Congreso de Cúcuta.

El 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, la marcha para liberar Nueva Granadal.

El 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, desde Mantecal, la marcha para liberar Nueva Granada. Esta campaña, que impuso el famoso paso de los Andes, duró setenta y cinco días «con asombro universal». La culminación de esta hazaña fue la batalla de Boyacá que dio la libertad a la Nueva Granada.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Simón y María Teresa.

Simón Bolívar El 19 de enero de 1799 viaja a Madrid, donde estaba su t i o Esteban. Allí conoció a María Teresa del Toro y Alaiza con quien se caso el 26 de mayo de 1802. Inmediatamente después de la boda viajaron a Venezuela. A los ocho meses de vida conyugal, María Teresa muere en Caracas el 22 de enero de 1803.

martes, 24 de mayo de 2011

HIMNO DE VENEZUELA

Coro
Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando,
la virtud y honor.
(I)
¡Abajo cadenas!
gritaba el señor,
y el pobre en su choza
libertad pidió.
A este santo nombre
tembló de pavor
el vil egoísmo
que otra vez triunfó.
(II)
Gritemos con brío:
¡Muera la opresión!
Compatriotas fieles,
la fuerza es la unión;
y desde el Empíreo
el Supremo Autor
un sublime aliento
al pueblo infundió.
(III)
Unida con lazos
que el cielo formó,
la América toda
existe en Nación;
y si el despotismo
levanta la voz,
seguid el ejemplo
que Caracas dio.

GUZMAN BLANCO FIRMA DECRETO DEL GLORIA AL BRAVO PUEBLO COMO HIMNO NACIONAL DE VENEZUELA

EL 25 DE MAYO DE 1.881 FIRMA GUZMAN BLANCO EL DECRETO DONDE OFICIALIZA EL GLORIA AL BRAVO PUEBLO COMO HIMNO NACIONAL.
Nuestro Himno Nacional surgió como un canto emocional en un momento de inspiración patriótica en los mismos albores de la Independencia. Consta, en efecto, que apenas se dio el golpe de estado del 19 de abril de 1810, poseídos los venezolanos de un encendido fervor revolucionario, una de las primeras tareas fue la composición de una canción patriótica que pudieran entonar, en concordancia con el momento de exaltación que vivían.
Se había dicho hasta ahora, desde que Juan Vicente González lo acuñó y sin que hubiese surgido contradicción alguna, que el autor de la letra del «Gloria al Bravo Pueblo» fue el médico y poeta Vicente Salias, quien en un momento de euforia improvisó la canción en una de las sesiones de la Sociedad Patriótica.
Vicente Salias, nacido en Caracas el 23 de marzo de 1776, era poeta y escritor, además de médico. Fue fusilado en el castillo de Puerto Cabello, el 17 de setiembre de 1814.
Ahora bien: ¿fue, en realidad, Vicente Salias el autor de la letra del «Gloria al Bravo Pueblo»? El investigador Alberto Calzavara, quien falleció en plena capacidad creadora, en 1988, sostiene en su libro Historia de la Música en Venezuela que el compositor de la letra del Himno Nacional fue el maestro Andrés Bello.
Naturalmente, no es una opinión alegre, sino basada en la afirmación categórica contenida en el periódico caraqueño La Opinión Nacional, de 1874, que dice así: «El Americano del 16 de febrero último trae como regalo a sus numerosos suscriptores de todos los países que hablan el español el Himno Nacional de Venezuela, el célebre y heroico Gloria al Bravo Pueblo cuya letra compuso el ilustre venezolano Andrés Bello ... »
Se refiere a un encarte del periódico El Americano, de París, en febrero de 1874. Para esta fecha gobernaba Venezuela Guzmán Blanco, el mismo Presidente que en 1881 decretaría el Himno de Venezuela. En 1874, sin embargo, nadie se sorprendió de la información reproducida en La Opinión Nacional, ni nadie objetó dicha aseveración. En el Decreto de Guzmán Blanco no figuran los nombres de los autores del Himno, quizás porque las autoridades no tenían seguridad de quiénes fueron, o porque eran demasiado conocidos sus autores.
En todo caso, hay mucha similitud de conceptos y formas métricas en el Himno Nacional en comparación con otros poemas compuestos por Andrés Bello. En 1996 se reprodujo la polémica sobre los posibles autores del Himno. Se decía, por ejemplo, que a Andrés Bello no se le pudo haber escapado un gerundio tan feo como el que está en el Himno, en la frase la ley respetando.
Alexis Márquez Rodríguez, profundo conocedor de nuestro idioma, terció en el debate periodístico, explicando que ese gerundio es válido y, además, en las composiciones de Andrés Bello abundan ejemplos parecidos.
Con respecto al autor de la música, el mismo periódico caraqueño agrega esta información concluyente, refiriéndose a la canción que ya desde 1840 se conocía como la Marsellesa Venezolana: «La música, como nadie lo ignora en este país, es obra de nuestro fecundo compositor Lino Gallardo, que interpretó felizmente en ella el ardor épico de nuestros pueblos en la época gloriosa de nuestra independencia nacional ... »
Repito: nadie rechazó esta afirmación de la Opinión Nacional; ni Guzmán Blanco, que era el Presidente de la República y autor del futuro Decreto, ni el eminente polígrafo Arístides Rojas, que vivía para entonces.
Con respecto a Lino Gallardo la situación cambia. No sólo la tradición oral de la familia Gallardo y de numerosos personajes de la época dan fe de que la música del Himno la escribió este fervoroso patriota, sino que aparece su nombre en partituras antiguas, lo que no ocurre con Landaeta. Además de la publicación de 1874 que ya hemos señalado.
Lino Gallardo fue uno de los pocos pardos que desde el principio apoyaron el movimiento revolucionario. Luego del 19 de abril se le veía recorrer las calles de la capital entonando las canciones patrióticas que componía.
Lino Gallardo es autor de la Canción Americana (181l), de la canción patriótica Tu Nombre, Bolívar, la fama elevó (1827) y, naturalmente, del Gloria al Bravo Pueblo. Este notable músico que ejecutaba con maestría el violoncello, fue llamado por Andrés Level de Goda el «Hayden Caraqueño». Lino Gallardo murió en Caracas el 22 de diciembre de 1837. Su hija menor, Francisca de Paula, quemó todas las partituras de las obras compuestas por Gallardo, en protesta contra Guzmán Blanco, de quien era enemiga, al decretar éste, en 1881, la canción de su padre como Himno Nacional de Venezuela.
Guzmán Blanco firmó el decreto el 25 de mayo de 1881. Se cuidó mucho el Presidente Guzmán de no nombrar en su Decreto a los autores del Himno, gracias a lo cual todavía se polemiza y se trabaja en busca de la verdad.
Pese a todos los elementos a favor de Andrés Bello y Lino Gallardo como autores del Himno Nacional, oficialmente se tiene aún (1996) a Juan José Landaeta y a Vicente Salias.